El embalse de Castrejón, en Toledo, esconde uno de los paisajes mas curiosos de La Mancha. Las Cárcavas o Barrancas de Burujón se hicieron famosas porque fueron el escenario del rodaje del anuncio de Coca Cola que podéis ver abajo en el año 2013.
Hasta entonces, muy poca gente conocía este lugar y pasaba desapercibido, pero con la espectacularidad del anuncio y del paisaje ha ido creciendo cada día la afluencia de turistas y curiosos, haciendo muchos fines de semana del paraje un lugar masificado.
Este "Cañón del Colorado" manchego, dista a poco mas de 30 kilómetros de Toledo. Para llegar hasta alli debemos tomar la CM-4000 dirección Talavera de La Reina hasta el kilometro 26. En los indicadores llegando al desvío del pueblo de Burujón viene señalado el desvío.
Viniendo desde Toledo deberemos hacer un cambio de sentido desde un paso elevado y nos quedará el desvío a la derecha, dando paso a una pista forestal.
Al inicio de la pista veréis un "chiringuito" y dos caminos a derecha e izquierda. Por cualquiera de los dos podéis subir hasta las cárcavas.
Tomando el camino de la izquierda iréis directos y por el de la derecha, deberéis torcer a la izquierda por una pendiente bastante pronunciada a unos 3 kilómetros. Como hoy en día todos tenemos un GPS en el móvil, elijáis el camino que elijáis no tendréis perdida.
Una vez arriba os sorprenderá el paisaje. Podéis dejar el coche en los aparcamientos establecidos para tal fin. En caso de mucha afluencia veréis que los coches aparcan a lo largo del camino.
Las cárcavas son erosiones en un suelo arcilloso provocado por el paso del agua, bien de lluvia o por riadas. Las cárcavas de Burujón tienen un kilometro de longitud y sus barrancos alcanzan cotas de 100 metros sobre el nivel del río Tajo.
¡¡IMPORTANTE!! Mucha precaución con niños pequeños y mascotas, ya que los barrancos no tienen mas protección que una empalizada de madera y no tener la suficiente precaución con los peques puede darnos un susto.
En la zona hay varias mesas con bancos de obra para poder pasar un día de picnic, aunque al ser una instalación recientemente creada, los arboles aún no proporcionan sobra suficiente para hacerlo en meses de mucho calor.
Nosotros este año aprovechamos que conocíamos el lugar para observar las "Lagrimas de San Lorenzo" o perséidas que es como se llama esta lluvia de estrellas y disfrutamos de un picnic de cena muy agradable, con un cielo despejado y con bastantes estrellas a pesar de que la contaminación lumínica de Madrid y Toledo se dejaba notar.
Espero que os animéis a descubrir este paisaje tan bonito muy cerquita de Madrid y Toledo.
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